La selección española femenina escribió una nueva página de gloria, ofreciendo un espectáculo de fútbol deslumbrante frente a Suiza. La noche resonó con el rugido de más de 14,000 aficionados, estableciendo un récord de asistencia para la selección femenina. De ésta manera España continúa en camino para acercarse a la clasificación a los Juegos Olímpicos de París 2024
Desde el pitido inicial, la Roja exhibió una voracidad incansable, liderada por las maestras del centro del campo, Alexia Putellas y Aitana Bonmatí. Fue una demostración de por qué son campeonas del mundo, regalando a su afición un banquete futbolístico.
El primer gol surgió de la inquebrantable Lucía García, que supo capitalizar un error defensivo suizo con la calma de una experta. La guardameta helvética, desconcertada, no pudo hacer nada ante la precisión de García. Fue el punto de partida para una noche de magia futbolística.
Suiza, intentando reponerse, se vio frustrada una y otra vez por la defensa española, incapaz de penetrar el área con peligro. España, en cambio, mantuvo la presión constante, manteniendo a raya a su rival. Aitana Bonmatí, antes del descanso, puso la guinda al pastel con una pirueta acrobática que dejó sin aliento a los espectadores.
La segunda mitad comenzó con la misma intensidad que la primera. Bonmatí, nuevamente, dejó su huella en el marcador con un potente zapatazo. Pocos minutos después, Inma Gabarro se hizo notar, confirmando que es una promesa hecha realidad, al anotar el cuarto gol.
Suiza, luchando con determinación, tuvo su oportunidad de gol, pero la guardiana española, Cata Coll, mantuvo su portería imbatible. El cierre de la noche fue épico, con Maite Oroz clavando un golazo de volea desde fuera del área.
Este triunfo no solo es una celebración del talento y la dedicación de estas futbolistas, sino también un paso firme hacia la final de la Nations League y la clasificación a los JJ OO. El estadio resonó con el agradecimiento de Aitana Bonmatí a la afición: "Teníamos ganas de celebrar el Mundial con la afición. Es un orgullo ver el estadio lleno hoy".
Antes del inicio del partido, las capitanas Alexia Putellas e Irene Paredes dedicaron la copa de campeonas del mundo a la entregada afición. Este partido no solo fue un evento deportivo, sino un momento de empoderamiento para las jugadoras, quienes han levantado su voz por el respeto y la igualdad en el fútbol.
