Luka Modric, el talentoso mediocampista del Real Madrid, se encuentra al borde de la historia. Con la final de la Champions League a la vista, su mente está enfocada en un objetivo monumental: igualar el récord de Paco Gento, una leyenda del fútbol europeo.
Desde los campos de entrenamiento hasta el majestuoso escenario de Wembley, donde el destino aguarda con expectación, Modric no puede evitar dejar escapar su emoción y ambición. "Tener seis Copas de Europa sería algo impresionante", confiesa con humildad pero con determinación palpable.
La mención del nombre de Paco Gento, un icono del Real Madrid y poseedor de seis títulos de la máxima competición europea, sirve como inspiración para Modric y sus compañeros: Dani Carvajal, Toni Kroos y Nacho. Juntos, ansían inscribir sus nombres en los anales del club, dejando su huella en la eternidad del fútbol.
Pero la grandeza de Modric no se limita a sus ambiciones personales. En una temporada donde ha desempeñado un papel secundario con gracia y profesionalismo, su compromiso con el equipo es innegable. "El club y el equipo están por encima de cualquier jugador", declara con modestia, reflejando los valores fundamentales del Real Madrid.
Ante la inminente final contra el Borussia Dortmund, Modric elude las etiquetas de favoritismo y reconoce el desafío que se avecina. "No es la semana más tranquila", admite, consciente de la calidad del adversario. En un gesto de respeto y cautela, declara que la contienda es equilibrada, una batalla que se librará en igualdad de condiciones sobre el césped de Wembley.
La mentalidad del Real Madrid es un sello distintivo que ha llevado al equipo a la cima del fútbol europeo en los últimos años. Sin embargo, Modric reconoce que la preferencia recae en liderar desde el principio, en lugar de verse obligados a realizar remontadas épicas. Aun así, la confianza en la capacidad del equipo para superar cualquier obstáculo sigue siendo inquebrantable.
En la mente de Modric y sus compañeros, la gloria europea espera ser alcanzada. Con cada paso, con cada toque del balón, se acercan un poco más a la historia. Y en ese camino hacia la grandeza, su determinación y compromiso brillan como faros, guiando al Real Madrid hacia un destino imperecedero.
