¿Es el Chelsea un verdadero equipo de fútbol o solo una sopa humana de talento sin dirección?

La última exhibición del equipo del Chelsea en el terreno de juego parece encapsular el ADN del club de una manera peculiar: todo relleno, pero carente de ese toque asesino que se espera de un equipo de alto calibre. Su despliegue extravagante de talento adquirido a través de un mega derroche del Chelsea que compró muchos futbolistas a temperatura ambiente, no logró impresionar en su enfrentamiento contra el Arsenal, donde su desempeño fue simplemente lamentable.

Kai Havertz anota uno de sus dos goles en la paliza 5-0 del Arsenal a su antiguo club Chelsea.

Es inevitable cuestionarse si lo presenciado es un giro inesperado, una manifestación de dolor, un cambio drástico o simplemente el resultado previsible cuando se enfrenta el Chelsea, un equipo que a veces parece rendirse en una forma de protesta más que deportiva, como si estuvieran pasando el tiempo esperando que el partido termine.

En contraste, El Manchester City ha demostrado su dominio en la liga, al punto que la semana pasada generó una extraña sensación de que la temporada del Arsenal ya había llegado a su fin, a pesar de que se mantienen en la cima de la tabla. El último encuentro del Arsenal contra el Chelsea se convirtió en un catalizador de esta percepción, ya que el Arsenal se distanció tres puntos del Liverpool y cuatro del City (que aún tiene dos partidos pendientes), con una actuación que se sintió como un alivio para sus seguidores.

La semana pasada parecía ser crucial para la carrera por el título, pero también ofreció un partido de fútbol fascinante por derecho propio. Kai Havertz brilló en su papel de falso 9, destacando como uno de los aspectos más positivos de la temporada del Arsenal. Martin Ødegaard, por su parte, mostró un desempeño sublime, combinando una presión intensa con pases precisos que rayaban en lo artístico. 

El Chelsea sufre una dolorosa derrota ante el Arsenal en una noche difícil en el norte de Londres.

Ødegaard ha liderado al Arsenal, que hasta ahora parece ser el mejor equipo de la liga en esta temporada, marcando la mayor cantidad de goles y obteniendo victorias convincentes. ¿Pero qué significará esta victoria contra un Chelsea que se desmoronó como una caja de cartón bajo la lluvia? El Manchester City no parece intimidado, pero de repente la competencia se siente más reñida. Pep Guardiola incluso ha expresado queja por el cansancio, lo que indica que ahora deberán luchar con más ahínco por el título.

Sin embargo, parte del mérito también recae en la pobre actuación del Chelsea. Ganar un partido por 5-0 en la recta final de la temporada es inusual, pero lo más destacado fue la débil resistencia del Chelsea. Incluso su plantilla transmitía una sensación de decadencia, como si estuvieran jugando en un mundo post-apocalíptico.

Mudryk, Madueke, Jackson, Gallagher: nombres que conforman una extraña amalgama de talento humano, pero que en este contexto parecen ser simplemente números amortizados. El Chelsea, en este momento, parece ser un equipo despojado de su esencia, lleno de fichajes costosos que no han logrado cumplir con las expectativas. Este equipo parece haber adoptado un nuevo ADN: el de jugadores que prometen mucho pero que, al final, tal vez no logren cumplir.

Los Emiratos, en un inicio fríos y reservados, fueron los primeros en marcar, gracias a una jugada que involucró a Thomas Partey, Declan Rice y Leandro Trossard. Sin embargo, el Arsenal tardó en despertar, pero una vez que lo hizo, no hubo vuelta atrás. En un lapso de diez minutos, el partido quedó prácticamente sentenciado, con Ødegaard y Havertz como protagonistas principales.

El desempeño del Chelsea fue tan decepcionante que incluso sus esfuerzos por parecer activos en el campo resultaban más bien cómicos. En un momento, Enzo Fernández avanzó con el balón pero parecía perderse en la cancha, deteniéndose y reiniciando su movimiento, aparentemente confundido. Conor Gallagher, por su parte, se limitó a correr y pararse frente a cada tiro libre del Arsenal, en lo que parecía ser su única tarea en el partido.

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¿Qué ha pasado con el Chelsea? Esta es la pregunta que surge con cada pase lateral, con cada gesto de resignación por parte de sus jugadores. A pesar de contar con un talento considerable, el equipo parece carecer de cohesión y determinación. El derroche económico realizado en los últimos 18 meses ha traído consigo una serie de fichajes que no han logrado marcar la diferencia en el terreno de juego. Este equipo, una vez temido y respetado, ahora parece ser solo una sombra de su antiguo yo.

El Arsenal, por otro lado, ha demostrado que sigue siendo un contendiente serio en la liga, incluso ante equipos de renombre como el Chelsea. Aunque puede que sea demasiado tarde para una remontada en la tabla, su victoria contra el Chelsea fue más que un simple triunfo; fue una declaración de intenciones, un recordatorio de que están dispuestos a luchar hasta el final.

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